A todas nos gusta mantener una imagen cuidada e impecable. Nos preocupamos por conseguir una piel bonita y jugosa, cuidamos nuestro cabello a través de productos hidratantes y revitalizantes para que se vea sano y brillante e, incluso, decoramos periódicamente nuestras uñas para vestir unas manos arregladas. Mientras, en lo que refiere a maquillaje, sombreados de ojos, el uso de colorete o un labial se coronan como recursos efecto ‘buena cara’ relegando a un segundo plano otros aspectos de la estructura facial como pueden ser las cejas.
O, al menos, así era visible hasta mediados de 2020, cuando llegaron las mascarillas para hacer de nuestras miradas las nuevas protagonistas de la ecuación. A partir de entonces y hasta día de hoy, nuestros ojos se han convertido en un punto clave de la estética facial, trabajando cada aspecto de nuestra mirada, ya sea la zona del contorno de los ojos, el delineado, la longitud de las pestañas o la armonía entre las cejas.
En estas últimas nos centramos hoy, enfocándonos en una de las técnicas estéticas predilectas dentro del mundo de las cejas: el microblading, también conocido como micropigmentación de cejas. Y es que, junto a productos fijadores, lápices de cejas o nuevas técnicas de depilación, no hay herramienta más efectiva que armonice nuestra mirada que el microblading.
Qué es el microblading
Ahora bien, antes de entrar en el valor que tiene en sí misma esta técnica de ‘maquillaje’, debemos entender de qué estamos hablamos y, sobre todo, cómo trabaja esta sobre nuestra silueta facial. Como nos explica Esther Llongueras, responsable de estética y bienestar de Llongueras, el microblading “es una técnica de maquillaje semipermanente que se utiliza para reconstruir la ceja. Consiste en insertar con una pluma o tebori pigmento en la epidermis creando trazos que simulan los pelos.”
Podríamos decir que se trata de una especie de tatuaje de cejas que consigue dibujar de forma uniforme la ceja, con un diseño previo que conserva y optimiza la imagen previa al tratamiento. “A nivel visual la ceja se ve con más cuerpo, más poblada, con mayor cantidad de pelos y muy definida, con la forma ideal según la forma del óvalo, nariz y ojos de quien las vista, aportando una mirada con mucha fuerza. Es un servicio ultra personalizado” explica Esther.
Diferencias entre microblading y micropigmentación
No obstante, a pesar de la popularidad que tiene este servicio estético a nivel global, aún son muchas las usuarias que confunden este concepto con una micropigmentación al uso, existiendo importantes diferencias entre ambas.
Según nos cuenta Mónica Aránguez, especialista en micropigmentación y microblading, “la micropigmentación es una especialidad enmarcada en el campo de la estética cuyo fin es el de embellecer, corregir o mejorar determinados rasgos de la anatomía corporal. El tratamiento consiste en la implantación de pigmentos a nivel epidérmico o superficial para dotar de color y forma a diversas partes del cuerpo, siendo las más habituales en el caso de las mujeres: ojos, labios, cejas y pecho.”
Por su parte, el microblading es una técnica dentro de esta especialidad que se realiza “depositando manualmente un pigmento en la epidermis de la piel mediante una pluma especial llamada Tébori, realizándose pelo a pelo” añade Aránguez.
Qué tipos de microblading existen
Ahora bien, antes de generalizar el microblading como una técnica universal que se centra en el diseño de las cejas, debemos destacar que, dentro de estas, existen diferentes tipos de técnicas para realizar en las cejas, dependiente del tipo de piel que se tenga y la estructura del pelo de la ceja. Mónica Aránguez nos señala tres tipologías diferencias:
- Microblading para pieles finas y secas. En este tipo de piel, teniendo el pelo de la ceja fino y de forma igual, lo más conveniente es hacer un microblading. Esta técnica aguanta muy bien debido al tipo de piel y al contar con un vello natural se entrelaza con los pelitos dibujados, dejando un resultado muy natural.
- Microblading para pieles grasas con alopecia. En este tipo de pieles hay varias variantes. Si nos encontramos un caso de alopecia, sin pelo alguno, la mejor técnica es la micropigmentación pelo a pelo. Así conseguiremos un efecto más realista y duradero en las mejores condiciones a largo plazo, ya que por la forma de depositar el pigmento se adhiere y retiene mejor.
- Microblading para pieles grasas con cejas irregulares. Si, por el contrario, nos encontramos con un caso con gran cantidad de vello, o el pelo estructurado de forma desigual, lo más conveniente es trabajar un difuminado para así conseguir mayor definición.
Cuánto dura un microblading
Otra de las dudas más comunes sobre el microblading es su duración. Según nos cuenta Esther Llongueras, al ser una “técnica de microimplantación de pigmentos en la epidermis de la piel, los resultados se irán desvaneciendo gradualmente de forma natural. En lo que refiere a duración, cada piel es un mundo y dependerá cómo se realicen los cuidados en casa, pero entre 8 y 12 meses es el tiempo estimado”.
No obstante, una vez realizada la micropigmentación, la experta recomienda realizar una sesión de retoque a partir del séptimo mes, aunque siempre dependerá del metabolismo del cliente, ya que en algunos casos se puede prolongar hasta los dos años.
Cuándo es recomendable hacerse un microblading
Además de su técnica o su duración, algo muy común a la hora de pensar en un microblading es la percepción de un tratamiento estético apto para cualquier tipo de cejas, sin embargo, la responsable de estética y bienestar de Llongueras, nos señala los perfiles principales en los que la micropigmentación de cejas es la opción más adecuada.
- Cejas que sus pelos han perdido grosor, están mucho más finos.
- Cejas que han perdido pelo y se ven vacías.
- Cejas que ya de nacimiento son finas y con poco diseño y quieren dar una fuerza a su mirada.
- Cejas que en su día, siguiendo la moda de las cejas muy finas, fueron continuamente depiladas para seguir esa tendencia y ahora no se ven bien.
- Cejas que, después de haber pasado una situación muy fuerte de estrés, no consiguen regenerarse en su totalidad.
Consejos de experta a tener en cuenta antes de un tratamiento de microblading
Una vez aprendidos los puntos fundamentales sobre el microblading, Esther Llongueras nos puntualiza, a modo de resumen, algunos de los puntos a tener en cuenta antes de aventurarnos por una técnica de micropigmentación de cejas.
- Deben hacerte un estudio sobre tus cejas. Es el paso imprescindible. Unos días antes, la profesional debe realizarte un estudio previo donde tú veas como te van a quedar y así estar segura de que quieres dar este paso.
- Prueba de sensibilidad y alergia para comprobar que no tengas reacción a los pigmentos. La técnica del microblading tiene contraindicaciones, algunas temporales y otras permanentes, incluso algunas necesitan autorización médica. Asegúrate que tú no formas parte de este grupo.
- Pautas previas al microblading. No tomar café, alcohol, drogas, comidas picantes, no ingerir medicamentos anticoagulantes, antidepresivos, aspirina, paracetamol, ibuprofeno, etc.
- Cuidados postratamiento. Tras el microblading, debes limpiar la zona con suero fisiológico, así como no tomar el sol, ni rayos UVA y evitar el uso de cremas o perfumes. También es importante que tras este tratamiento no sudes, no asistas a piscinas, saunas o entres en contacto con agua de mar, así como hacerte tratamientos faciales durante unos 15 días aproximadamente.
- La fotoprotección es esencial. Siempre utilizar todo el año protección solar sobre las cejas y a los 40 días, aproximadamente, acudir de nuevo para una revisión.