Tras el clamor popular por el ácido hialurónico y reivindicar la eficiencia del retinol en las pieles más envejecidas, el nuevo activo en tendencia, este 2024, es la Vitamina C. Considerada el ingrediente antioxidante más efectivo y versátil del listado cosmético actual, este ácido es, además, uno de los recursos despigmentantes preferidos a la hora de tratar manchas y problemas de despigmentación, siendo utilizado por miles de mujeres alrededor de todo el mundo.
Eso sí, no todo es tan idílico como parece. Si bien este ingrediente es el gran favorito del último año, la desinformación y desconocimiento de su fórmula ofrece un escenario de dudas y miedos entre muchas de sus usuarias. ¿Se debe usar solo? ¿Podemos combinarlo? ¿Hay alguna forma para introducirlo en pieles sensibles? Preguntas y más preguntas que hacen que, en más de una ocasión, las usuarias prefieran omitir este tipo de ingredientes y optar por fórmulas más sencillas y conocidas como la Niacinamida (también conocida como Vitamina B3).
Y es que, junto a la Vitamina C, esta molécula también se presenta como un potente ingrediente antioxidante, capaz de mejorar el tono de la piel, remitir problemas de pigmentación e, incluso, apoyar desde dentro en la fase de renovación celular, principal responsable de la síntesis de colágeno y elastina. Y todo ello, siendo a su vez más tolerante y suave para las pieles más problemáticas, como las pieles sensibles.
Acciones similares que rivalizan a ambos activos en el terreno cosmético, pero que, a diferencia de otras comparativas, diferentes estudios han defendido la efectividad de ambos como dúo, demostrándose clínicamente como la combinación de Vitamina C y Niacinamida es más efectiva que usar cada uno de ellos por separado.
Pero, ¿qué hay de cierto en todo esto? ¿Es tan efectiva su combinación como dictan los estudios? O, como ocurre en muchos diagnósticos cosméticos, ¿existen letras pequeñas que complican la realidad? Para saberlo de primera mano, desde Listísima hemos preguntado a varios expertos en belleza y dermocosmética, sobre la veracidad de estas afirmaciones y esto es todo lo que, como expertos, apuntan sobre si se puede, o no, combinar la Vitamina C y la Niacinamida.
¿Qué es la Vitamina C?
Eso sí, antes de entrar en sí ambos son efectivos como fórmula combinada, como todo ingrediente cosmético, debemos conocer qué son en sí cada uno de estos principios activos y, consigo, qué cualidades y beneficios brindan a nuestra piel.
En el caso de la Vitamina C, conocida en el sector de la belleza como el activo ‘antioxidante’ por excelencia, la Doctora Natalia Ribé, Directora Médica experta en Medicina Estética y Andrología, destaca de ella que “es un potente antioxidante que ayuda a proteger la piel contra el daño de los radicales libres, mejora la luminosidad de la piel y puede ayudar a reducir la aparición de manchas oscuras y promueve la producción de colágeno, lo que mejora la firmeza de la piel”.
Una triple acción despigmentante y antiedad que la catapulta como un ingrediente multitasking (multifunción) de la rutina de belleza y un indispensable, sean cuales sean las necesidades de nuestra piel, ya que, en cualquiera de ellas, podrá actuar u apoyar gracias a su eficiencia. ¿Su único inconveniente? Su carácter ácido, que le permite penetrar en profundidad en las capas de la piel, pero puede resultar demasiado irritante para pieles dañadas o más sensibles.
¿Qué es la Niacinamida?
Una irritabilidad que, sin embargo, a la hora de hablar de la Niacinamida se diluye en favor de su suavidad. Y es que, a diferencia de la Vitamina C, este ingrediente se presenta como un antioxidante que, además, de ayudar a atenuar el tono desigual de la piel y actuar activamente en el mantenimiento óptimo de la piel, también “fortalece la función barrera de la piel, calma las rojeces y la piel reactiva. Al tiempo que regula la producción de grasa, lo que la convierte en un ‘must’ para pieles grasas, con o sin acné” explica Eva Micó, Formadora técnica de Anubis Cosmetics Group.
Una amplia carta de servicios que, a la hora de combinarse con otros ácidos o moléculas más sensibles, como el retinol, se mantiene imbatible, haciendo de la Niacinamida el mejor ‘dupe’ de la Vitamina C o, al menos, la versión más tolerante de este principio activo.
¿Se pueden combinar Vitamina C y Niacinamida?
Pero, ¿qué pasa si juntamos ambas en una misma fórmula o, al menos, en una misma rutina? Pues que, según dictan los científicos y avalan los especialistas estéticos, optimiza la acción de ambas moléculas. Como lees, sí podemos combinar ambos ingredientes y, de hecho, desde finales de 2023, cuando se publicaron los resultados de estos estudios, son muchos los especialistas que lo recomiendan.
Y es que, como nos explica Ana Puelles Lostao, esteticista especialista en Dermocosmética y directora de Estética Lostao, “ambas se apoyan entre sí para ayudar a reducir manchas y mejorar la luminosidad de la piel. Al incluir de forma conjunta en nuestra rutina de cuidado facial diario Niacinamida y Vitamina C, ambos estimulan la producción de colágeno, reduciendo así arrugas y líneas finas a la vez que mejoran la firmeza de la piel, lo que implica un rejuvenecimiento cutáneo”.
“También aportan una acción antioxidante, ya que mientras la Vitamina C protege la piel del daño causado por los radicales libres, la Niacinamida ayuda a mantener la barrera cutánea intacta. Además, la Niacinamida ayuda a calmar la irritación y el enrojecimiento, mientras que la Vitamina C contribuye a reparar la piel dañada” concluye Puelles Lostao.
O, lo que es lo mismo, cuando se combinan, la Vitamina C y la Niacinamida crean una sinergia excepcional, ofreciendo protección antioxidante, reforzando la barrera cutánea desde el interior hasta el exterior, y mejorando la apariencia general de la piel, dejándola jugosa y unificada.
¿Cómo incorporar a la rutina Vitamina C y Niacinamida?
No obstante, a la hora de sintetizarlas en una rutina cosmética, debemos prevenir algunos puntos claves, para no oxidar ni devaluar la efectividad de su acción combinada. Uno de los puntos principales es la irritabilidad de la Vitamina C, ya que, como señala Raquel Fernández de Castro, médico estético de Clínica Durán, aunque “la mayoría de las personas toleran muy bien la combinación de vitamina C y Niacinamida. Las pieles sensibles pueden empezar aplicando este dúo en días alternos, hasta que tu piel se acostumbre”.
Siguiendo este hilo de separar por tramos estas formulaciones, los expertos abogan por una rutina de mañana y noche, en la que usaremos la Vitamina C por la mañana (como protección de la piel contra el daño de los radicales libres durante el día) y la Niacinamida por la noche, para contrarrestar los daños del día y calmar la piel de cualquier agresión sufrida durante las horas de mayor exposición.
Pero esta técnica de doble tratamiento no es la única para combinar Vitamina C y Niacinamida. Y es que, en el mercado actual, también existen cientos de referencias que combinan, en un solo producto, ambos principios activos. ¿Cómo saber entonces si nuestra piel lo tolerará? La doctora Natalia Ribé propone la técnica del parche, colocando una pequeña dosis en una de las partes sensibles de nuestro rostro, como las mejillas o la zona del cuello, para comprobar que no genere ningún tipo de irritación antes de aplicarlo por toda la cara.