Si nos detuviésemos por un momento a analizar nuestro neceser de cuidado, veríamos como existen ciertos ingredientes cosméticos que se postulan como favoritos, formando parte de gran porcentaje de nuestra rutina facial. Uno de los más significativos es el ácido hialurónico. La molécula de ‘agua’ más famosa del sector cosmético se ha convertido en un básico de las rutinas de belleza, presentándose en todo tipo de porcentajes y fórmulas desde el día a la noche.
Ahora bien, ¿por qué este principio activo ha sabido ganarse el favor de la industria cosmética? O, mejor dicho, ¿qué tiene de especial este ingrediente que no consigan otros? Todas sus bondades residen en su práctica aplicación, siendo un ingrediente de alta tolerancia, que mejora porcentualmente el estado de la piel e, incluso, actúa como un tratamiento calmante en sinergia con moléculas más irritantes como el retinol o la vitamina c.
Tal ha sido la efectividad y practicidad de este ingrediente cosmético que, con el paso de los años, ha ido evolucionando, presentándose en diferentes formas, porcentajes y tratamientos, jugando en diferentes escenarios, pero siempre presentándose como un aliado y no como un enemigo difícil de tolerar.
Qué es el ácido hialurónico
En el mundo de la belleza y el cuidado de la piel, pocos ingredientes han captado tanto la atención como el ácido hialurónico. Este componente milagroso ha revolucionado las rutinas de cuidado facial gracias a sus increíbles propiedades hidratantes y rejuvenecedoras hasta llegar a ser hoy uno de los activos número uno para las gurús de belleza.
Eso sí, a diferencia de otros ingredientes cosméticos, debemos entender el ácido hialurónico como una molécula ya existente dentro de nuestro organismo. Como explica Iris González, dermatóloga de ENEA Clínica, “el ácido hialurónico es una molécula que se encuentra naturalmente en la piel y forma parte de nuestro organismo desde que nacemos.”
Esta actúa de forma activa en la piel, atrayendo y reteniendo las dosis de agua de la piel (es capaz de captar hasta 2000 veces su peso en agua) para mejorar la hidratación de la piel y, por ende, todos los procesos que derivan de esta, como la formación de colágeno, la elastina o la protección de la barrera cutánea.
Ahora bien, como continúa González, “según avanza el proceso de envejecimiento, el contenido de ácido hialurónico va disminuyendo, por lo que la piel pierde volumen y se reseca, volviéndose fina y frágil. Las consecuencias son la formación de arrugas y la piel seca, así como la pérdida de elasticidad de la piel que acaba determinando la aparición de flacidez y descolgamiento de los tejidos”.
Es entonces cuando nuestra rutina necesita un aporte extra que, naturalmente, nuestras células no pueden suplir y entran en juego los tratamientos cosméticos con ácido hialurónico a nivel tópico.
A qué edad debemos usar ácido hialurónico
Sin embargo, pese a que se considere un importante aliado en la lucha contra el envejecimiento o necesite de un aporte extra con el paso de los años, sí es un ingrediente que podemos usar desde edades tempranas. “Lo mejor del ácido hialurónico es que parece ser el comodín perfecto, porque es un activo que favorece a todo tipo de pieles, desde las más grasas a las más secas y desde las más jóvenes a las que ya presentan más signos de la edad” explica Marta Masi, farmacéutica especializada en dermocosmética.
“No todas las pieles necesitan ingredientes como el retinol o la vitamina C, pero lo que sí demandan es la capacidad hidratante del ácido hialurónico. Esto sucede porque todas las pieles necesitan humedad. Hay muchas pieles grasas que están deshidratadas, muchos casos de rosácea o acné por falta de humedad, muchas arrugas que se podrían disimular con este activo…”continua Masi.
Usos del ácido hialurónico
Como hemos adelantado líneas atrás, el ácido hialurónico es una molécula presente en nuestro organismo responsable del mantenimiento y captación de agua, para mantener estables los niveles de hidratación de la piel. Ahora bien, con el paso de los años, estos niveles empiezan a bajar, dando como resultado una piel seca, menos firme y visiblemente más envejecida.
Para equilibrar estos niveles, podemos optar por dos vías: aplicarlo por vía tópica o mediante inyectables. “Aplicado sobre la piel, mejora los niveles de hidratación gracias a su capacidad para humectar y por ser un imán de la humedad ambiental. Con un uso continuado, la piel se equilibra y se va reduciendo la sensación de arrugas o finas líneas. Para que deje aspecto de piel jugosa y rellena, es necesario trabajar con cosméticos con diferentes tamaños moleculares que actúen en las diferentes capas de la piel”, afirma Estefanía Nieto, directora dermocosmética de Medik8.
En cambio, cuando hablamos de un proceso inyectable, aunque habrá hidratación en las zonas localizadas, sobre todo, “lo que se apreciará será un incremento en los volúmenes que se quieran realzar. Mientras que con cosméticos mejoraremos con hidratación, con rellenos modificaremos las formas faciales”, apunta Mireia Fernández, directora dermocosmética de Omorovicza.
Beneficios del ácido hialurónico en la cara
Lo que es un hecho demostrado es que, se use por la vía que se use, el ácido hialurónico se ha convertido en uno de los ingredientes más funcionales y óptimos en el cuidado de la piel, dando como resultado una multitud de beneficios que, sin duda, han cautivado al sector experto.
“El ácido hialurónico nos aporta una serie de beneficios importantes a nuestra piel. La ayuda a mantener una estructura correcta, retiene y facilita la humedad en nuestra epidermis y dermis, facilita la reparación celular, a la vez que mejora la elasticidad, resistencia y firmeza cutánea al estimular la producción de colágeno” apunta Ana Puelles Lostao, especialista en estética, dermocosmética y directora de Estetica Lostao.
Además, como apunta Belén Acero, Farmacéutica especialista en dermofarmacia y Titular de Farmacia Avenida América, el ácido hialurónico “tiene la capacidad única de retener hasta 2.000 veces su peso en agua, lo que lo convierte en un hidratante excepcional.” Entre sus principales beneficios, Acero señala cinco aspectos esenciales:
- Hidratación profunda. Gracias a su capacidad para atraer y retener agua, el ácido hialurónico es ideal para mantener la piel hidratada. Una piel bien hidratada no solo se ve más saludable, sino que también es más resistente a los signos del envejecimiento.
- Reducción de arrugas y líneas finas. Al rellenar la piel desde el interior, el ácido hialurónico ayuda a suavizar las arrugas y las líneas de expresión. Su uso continuo puede mejorar significativamente la textura de la piel, dándole un aspecto más joven y terso.
- Mejora de la elasticidad y la firmeza. Con la edad, nuestra piel pierde elasticidad. El ácido hialurónico contribuye a restaurar la firmeza y la elasticidad, proporcionando un efecto lifting natural sin necesidad de inyecciones.
- Promueve la regeneración celular. Al mantener la piel bien hidratada y nutrida, el ácido hialurónico fomenta la regeneración celular, lo que resulta en una piel más luminosa y uniforme.
- Protección antioxidante. Aunque es más conocido por sus propiedades hidratantes, el ácido hialurónico también ofrece protección contra los daños causados por los radicales libres, ayudando a preservar la juventud de la piel.
¿En qué concentración debe estar presente en un producto para que sea eficaz?
Para que un producto con ácido hialurónico sea eficaz y consiga los resultados deseados, lo ideal es que tenga una concentración de ácido hialurónico a partir de 0,5%. “En las formulaciones cosméticas un ácido hialurónico de peso molecular bajo penetra más aportando hidratación y elasticidad a la piel y el de peso molecular alto queda más en superficie evitando la pérdida de agua a nivel de la epidermis” apunta la Dra. Mar Mira, médico estético y codirectora de la Clínica Mira+Cueto (Madrid).
Eso sí, debemos tener en cuenta que “el ácido hialurónico se puede formular con moléculas de diferente tamaño. Según el tamaño de la molécula, hidratará en capas más profundas o superficiales. Si usamos un cosmético con varios pesos moleculares, conseguiremos aportar humedad a todos los niveles”, concluye Marta Masi.