Uno de mis mayores complejos con el pelo siempre ha sido el encrespamiento. Ya puedo llevar el mejor look o la mejor piel, que si el pelo no acompaña no me siento segura. Al final, la solución más fácil era recogerme el pelo y salir a la calle sin complicaciones. Pero todas sabemos qué llevar el pelo recogido con tanta frecuencia y sobre todo, tantas horas al día, no es sano para nuestras raíces. Si abusamos de esta práctica, a la larga notaremos como el pelo se debilita, se cae con más frecuencia y perdemos densidad.
El problema para mí de llevar el pelo suelto —y más viviendo en una ciudad con tanta humedad— era que mi pelo se mostraba seco, despeinado y sin forma por culpa del frizz. Los productos para el cabello que había probado —y ya aseguro que son muchos— no me funcionaban o me funcionaban parcialmente durante las primeras horas de la mañana. Bajo la desesperación, a punto de asimilar que mi encrespamiento era incontrolable, fue cuando descubrí el truco del gorro de satén. Sí, yo tampoco me veía capaz de dormir con esta prenda en la cabeza. Pero la primera vez que lo probé, sus resultados me sorprendieron tan gratamente que fueron la fuerza de voluntad necesaria para seguir utilizándolo. ¡Te cuento todo sobre mi experiencia!
LOS BENEFICIOS DE DORMIR CON GORRO DE SATÉN
La primera vez que descubrí que algunas de mis amigas dormían con gorro de satén pensé: “¡Ni loca lo haría, qué incómodo!” Pero cuando no paran de recomendártelo y empiezas a verlo por todas partes te empiezas a plantear si realmente deberías intentarlo. A ver, no tenía nada que perder. Después de probar millones y millones de productos anti-encrespamiento que habían resultado ser un fracaso absoluto, ya no le temía a nada. Y sí, la primera vez que duermes con él te resulta bastante extraño. Es normal, no estamos acostumbradas a irnos a la cama con algo que nos cubra toda la cabeza. Lo compararía con la primera vez que duermes con antifaz. No puedes parar de notarlo la primera noche, pero te acabas acostumbrando porque te beneficia.
Así que con esta mentalidad me aventuré a irme a dormir cada noche con un gorro nada favorecedor, convirtiéndose esta rutina en mi momento más humilde. Pero querida lectora, en el momento que vi lo bonito que tenía al pelo al despertar, se me pasó la vergüenza. No siempre cumplo religiosamente este truco —ya que hay días en los que me apetece dormir con el pelo libre— y te puedo asegurar que la diferencia de dormir con o sin gorro es súper notable. Te cuento todos los beneficios que he notado en mi pelo tras probar esta técnica durante varios meses.
- Controla el encrespamiento: Al cubrir tu melena con un gorro de satén, este impide que friccione con tu funda de la almohada. Como el pelo está contacto con un tejido más suave, se reduce el encrespamiento, los enredos y evita que las puntas abiertas se rompan.
- Mantiene el peinado: Si tienes el pelo ondulado o rizado, sabrás lo costoso que resulta mantener la forma natural, especialmente después de una noche. El gorro de satén evita que el pelo se aplaste o desordene. Por eso, al quitármelo cada mañana noto como la ondulación de mi pelo se mantiene, incluso luce mucho más definida y compacta.
- Evita la rotura del pelo: Este es uno de los motivos por el que las mujeres con cabello rizado son más propensas a utilizar un gorro de satén. Como comentábamos antes, al reducir la fricción con la almohada, el pelo se quiebra menos y las puntas se mantienen más protegidas de posibles roturas.
- Aguanta la hidratación: El problema de las fundas de almohada de algodón es que absorben la humedad natural del cabello. Es el motivo por el que muchas veces notamos nuestro pelo reseco al despertar, aunque hayamos dedicado tiempo a cuidarlo el día anterior. El satén es un material que no absorbe la humedad, por lo que el pelo lucirá mucho más brillante e hidratado al despertar. Es muy beneficioso para las personas con cabello seco.
UNA ALTERNATIVA: LA FUNDA DE ALMOHADA DE SEDA
Si no te ves partidaria de dormir con un gorro de satén, existe una alternativa igual de efectiva que te otorgará los mismos beneficios. Especialmente en verano, que dormir con un gorro no es lo más óptimo por las altas temperaturas, esta opción te resultará mucho más cómoda y agradable.
Estamos hablando de la funda de almohada de seda. Además de cumplir con los resultados que hemos expuesto anteriormente, también es especialmente beneficiosa para el cuidado de la piel. Al tratarse de un material hipoalergénico, resulta muy práctico para el cuidado de la piel, ya que no causa irritaciones, no genera impurezas y no absorbe la grasa natural de la piel del rostro. Es especialmente recomendable para pieles sensibles o con tendencia acenica.
Lo más beneficioso de empezar a utilizar una funda de almohada de seda es que notarás que tus productos de skincare nocturno actuarán mejor, porque el material no absorbe ni se impregna. Es decir, notarás un rostro más equilibrado e hidratado, sin rojeces, obstrucción de los poros o brotes de granitos.
Por si todo esto fuera poco, también se ha descubierto que posee beneficios antiedad. De la misma forma que no crea fricción con el pelo, tampoco lo hace con la piel del rostro. ¿Qué significa esto? Que mantiene a raya la aparición de lo que se conoce como arrugas del sueño. Evita las líneas que se generan durante la noche por la posición en la que dormimos, a causa de la compresión que hace la cara en la almohada durante muchas horas. Así que si la opción del gorro de satén no te acaba de convencer, no tienes excusa para no animarte a probar esta alternativa repleta de beneficios.